domingo, 13 de enero de 2013

¿Cómo se pasó del cine mudo al sonoro?


Los intentos de sonorizar las películas se remontan a los inicios de la historia del cinematógrafo. Ya se habían estrenado varios cortos con sonido, así como noticiarios Movietone con banda sonora. Pero el público no había respondido con entusiasmo, y fue el estreno de El Cantor del Jazz, con sus revolucionarias secuencias habladas, el que marcó el comienzo de las películas con diálogos que todo el mundo quería escuchar.

La producción de un filme sonoro requería técnicas diferentes de las del cine mudo. Para el rodaje de El Cantor de Jazz, con Al Jolson como estrella, la orquesta se trasladó al estudio, de manera que actores y músicos se vieran y oyeran en directo. Después de ensayar una escena, se hacía una prueba de sonido, sin que las cámaras entraran en acción. Del techo colgaban micrófonos, marcados con una letra, H o M, adecuados para las voces masculinas o femeninas. Los focos se desviaban para no dar calor a los actores. Concluida la grabación, se hacían los necesarios ajustes de sonido en el disco. Una vez garantizada la calidad del sonido, se procedía a rodar la escena completa, con imagen y sonido.
Contenía algunas canciones y varios fragmentos hablados; en uno de ellos, el protagonista, Al Jolson, miraba a la cámara y pronunciaba la primera línea de diálogo de la Historia del Cine: "¡Esperen un minuto: aún no han oído nada!".


Después de esa frase nada fue igual y el cine mudo comenzó a ser algo del pasado.


Después de este éxito sin precedentes de la Warner, los demás estudios comenzaron a producir películas que cada vez ofrecían más diálogos. La primera totalmente hablada sería "The lights of New York", en 1928. Fue de las primeras películas sonoras, esta película pertenece al género drama criminal. Le costó 23.000$ y recaudó más de 1.000.000$.




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