La Navidad en los países de Europa del Norte parecen las
navidades de los cuentos de nuestra infancia: pura nieve, dulces, mercadillos,
árboles y velas. Visitarlos en estas fechas es disfrutar de un espectáculo
cálido y colorido con la nariz congelada tras la bufanda.
Las navidades de Dinamarca son especiales, las calles se
iluminan, ves a toda la familia junta y hay muchos eventos y mercadillos. Además,
las cafeterías y restaurantes preparan menús especiales que incluyen unos
sabrosos buñuelos daneses con un buen vaso de glögg.
La puerta de entrada de Dinamarca es Copenhague, la ciudad
más grande del país. Aquí se arma
entonces un mercadillo de Navidad con mucho espíritu cristiano en los terrenos
del Parque Tivoli. Durante las noches de Diciembre los jardines se iluminan
produciendo una de las postales más hermosas de la ciudad. El calor lo brindan
unas estufillas colocadas especialmente así que mientras caminas de vez en
cuando sientes un aire tibio que se envuelve.
Para los más pequeños se arma el País de los Duendes, una
aldea típica danesa con duendes mecánicos atareados con las actividades propias
de la navidad o patinando sobre hielo. A los niños le encanta este lugar pues
además pueden encontrarse con Papá Noel.
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