En este segundo párrafo hablamos de la sociedad en Japón.
Las mujeres sienten un absoluto respeto al hombre, en la forma
de dirigirse hacia él hablándole. A diferencia con Europa, la
mujer es la que la que espera a que tú pases, es la caballerosa. Los hombres al
igual que las mujeres son muy machistas. En una reunión, el que lleva la voz
cantante siempre suele ser el hombre. El hombre lucha mucho por su empresa y
está muy contento con sus empleados, algunos trabajan toda su vida en la misma
empresa.

Cuando un extranjero llega para trabajar, es muy bien recibido ya que en Japón no son nada xenófobos, exigen mucho a la hora de realizar su trabajo en la empresa, ya que es una sociedad muy avanzada en tecnologías. Los ciudadanos respetan sus principios básicos y tienen los índices más bajos en asesinatos y robos del mundo.
Vamos a continuar hablando de los distintos monumentos que podemos encontrar en la ciudad de Japón.
Nikko está ubicado a unos 130 kilómetros de Tokyo, cuentan que el puente ya existía en 1636, aunque seguro que es anterior. El cometido de esta maravilla es acceder al mausoleo del primer shogun Tokugawa, cruzando el río Daiya. Sin embargo, ahora tiene el acceso prohibido.
El Palacio Imperial está situado en el centro de Tokyo. Está rodeado de agua por todos los lados, de diversos puentes entre los que destaca el de la entrada principal.